#Alianzas En Movimiento

¿Qué es #Alianzas En Movimiento?

La campaña de comunicación Alianzas en Movimiento es un punto de encuentro online para reflexionar sobre la importancia de crear alianzas amplias entre movimientos sociales diversos. Encontrando lugares comunes que fortalezcan nuestras luchas, con una mirada interseccional que contribuya a incorporar el antirracismo de manera transversal en nuestro trabajo.

A través de esta campaña se publican ideas y reflexiones surgidas de diferentes espacios de escucha e intercambio. Lugares desde los que se están tejiendo redes entre movimientos de diferentes territorios.

Encuentros «Defender la Vida»

De distintas regiones de Guatemala y el Sur de México, tres mujeres que han dedicado su vida y trabajo a la defensa de los Derechos Humanos, estuvieron en Euskal Herria para tejer redes entre colectivos. Apostando por construir espacios de dignidad, salud, sanación colectiva, justicia social y empoderamiento.

Lilian Magalí Verdugo Gutiérrez, Elvira Madrid Romero y Flor de María Álvarez Medrano participaron entre el 22 y el 27 de mayo de 2025 en espacios de intercambio con la población local, co-creando estrategias de lucha y resistencia por la defensa de los territorios.

DONOSTIA

AIZARNAZABAL

DEFENSORAS

Flor de María Álvarez Medrano es una mujer maya quiche de Guatemala que acompaña procesos formativos de sanación individuales, colectivos, organizativos e institucionales. También acompaña a mujeres que han vivido violencia y procesos de investigación con organizaciones de Derechos Humanos.

La organización donde nace lo que Flor hace se llama Mujeres Mayas Kaqla. Cuando empezaron a trabajar para ayudar a otras mujeres a sanar violencias, se dieron cuenta de que ellas mismas tenían muchos dolores y odio en su corazón, y que para acompañar procesos de otras personas tenían que sanar ellas primero.

Para Flor la sanación es “como desnudar tu alma, es desnudar el ser y mirar toda tu sombra y también toda tu luz”. Fue a partir de su propio proceso de sanación que pudieron ver el racismo y la violencia que tenían dentro.

¿Por qué es importante sanar una misma para poder seguir con nuestros activismos? ¿Son importantes las redes de apoyo? ¿Cómo tejemos alianzas amplias que nos ayuden en este camino?


Elvira Madrid Romero es la presidenta de Brigada Callejera en Apoyo a la Mujer EM y ha venido desde Tapachula, en la frontera sureste entre México y Guatemala, para compartir con nosotras el trabajo que hacen.

Llevan 27 años en la defensa de los Derechos Humanos y la autonomía de las trabajadoras sexuales y sus hijes. Gestionan 2 centros comunitarios y 2 consultorios médicos donde, sólo el año pasado, recibieron a 40.200 personas migrantes de 122 nacionalidades diferentes.

Muchas de las personas que migran ejercen el trabajo sexual y desde Brigada Callejera luchan para que el derecho a la salud de las personas migrantes y de las trabajadoras sexuales sea reconocido.


Azucena Rodríguez tiene 45 años, es nicaragüense y llegó a Euskadi en el año 2009, dejando a su hijo a cargo de su madre.

Vincularse a determinados grupos y participar en el tejido asociativo de Irún le ayudó a ir resolviendo todas las trabas administrativas que enfrentan las personas que migran. También a sanar y encontrar un lugar en este nuevo territorio.

Forma parte de SOS Racismo Gipuzkoa, donde todos los miércoles se reúnen en Irún los grupos de café a los que acuden muchas mujeres que necesitan ser escuchadas y apoyadas.


LiliLian Verdugo trabaja para la Asociación de Mujeres de Petén Ixquik, donde trabajan con mujeres víctimas de violencia. Brindan atención legal, psicológica, social e institucional.

También hacen procesos de formación con las mujeres que han pasado por un proceso legal o psicológico, en el que se les acompaña y se trabaja sobre los Derechos Humanos, y la participación ciudadana y política. Se busca que las mujeres conozcan sus derechos para poder exigirlos a las instituciones, pero también que puedan ser partícipes activas en los consejos de desarrollo de sus comunidades y municipales.


Cristina Campo es voluntaria de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) y ha participado como voluntaria acuática en dos misiones del Aita Mari, un barco de rescate en el Mediterráneo.

SMH es una ONG vasca que nace para ayudar a todas aquellas personas que llegan a Lesbos y las Islas del Egeo a través del mar. Con el tratado firmado entre la UE y Turquía, cambiaron las rutas migratorias y es entonces cuando SMH compra un barco pesquero y lo remodela para convertirlo en un barco de rescate.

Sólo en 2024 fueron 10.457 las personas que murieron en la Frontera Occidental Euroafricana, y aunque en las agendas mediáticas esto no sea una prioridad, estas muertes siguen sucediendo y los Estados europeos y sus políticas migratorias son directamente responsables.

Proyectos como el Aita Mari trabajan, a pesar de las trabas institucionales, para salvar la vida de las personas que migran a través del mar. Porque migrar es un derecho y los Estados son responsables de asegurar que las personas que deciden hacerlo lo hagan en condiciones de seguridad.


Preslav es parte del proyecto Txago en Gipuzkoa, una iniciativa que pone al servicio de la ciudadanía una herramienta colectiva para el registro de las violencias policiales.

Junto al registro de violencias físicas, la iniciativa busca también recoger y clasificar violencias simbólicas y psicológicas y sus consecuencias psicosociales. Y, sobre todo, poder ofrecer un espacio de escucha a las personas que han sufrido este tipo de violencias o que las han presenciado.

MANIFIESTO

INVESTIGACIÓN

CORTO – DOCUMENTAL